Me levanté a las cuatro de la mañana, hice mis oraciones, entré al baño, me di una ducha y tomé una taza de leche caliente. Salí de casa siendo de noche aún. Llegué poco antes de las siete. Hacía un frío de los mil demonios. Los obreros llegaban corriendo a marcar su tarjeta. Ninguno tenía pinta de haber pasado por colegio particular. Me sentía desubicado. Iba a ser definitivamente una experiencia diferente. Me acerqué a la caseta de control. Por la ventana me entregaron una tarjeta de asistencia, pregunté dónde tenía que presentarme. Aquí no hubo bienvenidas, charlas de orientación ni instrucciones. Sólo un capataz que me dijo “únete a ese grupo”, señalando unos hombres cambiándose de ropa, “y ayúdalos, ellos te dirán lo que debes hacer”. —¿Cómo te llamas? —preguntó uno de mis nuevos compañeros. Le dije sólo mi apellido. Había aprendido tiempo atrás que en los colegios nacionales los nombres de pila no contaban. —Hola. Soy Esquén. Él es Gavilán. Nunca antes había escuch
Escritor peruano nacido en Piura en 1962. Autor del poemario POESÍA METAL MECÁNICA (Los sobrevivientes, 1994; Ediciones Erradícame, 2017), de las novelas LOS QUEHACERES DE UN ZÁNGANO (Bizarro Ediciones, 2008; Ediciones Erradícame, 2018) y POLVOS ILEGALES, AGARRES MALDITOS (Bizarro Ediciones, 2011), y los libros de relatos BRINDIS, BROMAS Y BRAMIDOS (Artgerust, 2013), LA COCINA DEL INFIERNO. RELATOS DE UN MUNDO INHÓSPITO (MRV Editores, 2015) y MELODÍAS EN LA ORQUÍDEA (Ruíz de Aloza Editores, 2017).